EL PESO DE UN BESO I

Punto de vista de Emerson

—Yo... yo estoy—

—No, está bien. No hay nada que perdonar —dice Adam rápidamente, aclarando su garganta mientras se aleja, poniendo espacio entre nosotros.

Ni siquiera sé qué iba a decir, pero dudo que hubiera sido una disculpa. Porque creo que no lo lamento, no realment...

Inicia sesión y continúa leyendo