APIÑARSE

La perspectiva de Emerson

Besar a Adam por segunda vez fue tan jodidamente angustiante.

Abro los ojos, sintiendo que me acosté hace veinte minutos, pero sabiendo que no fue así. Los rayos del sol entran en la habitación por la ventana abierta, una que no recordamos cerrar ayer, iluminando a Adam c...

Inicia sesión y continúa leyendo