EL TELÉFONO PERDIDO

Punto de vista de Emerson.

Abro los ojos con un dolor de cabeza palpitante. Gimo, agradecido de que aún esté oscuro. Y un poco sofocante también, porque no abrí la ventana anoche.

Me quedo acostado, plano en mi cama, con una sensación de temor acumulándose en mi estómago y asentándose pesadamente....

Inicia sesión y continúa leyendo