CAPÍTULO 55

Elijah Vaughn.

Un toque suave rozó mi rostro, sacándome lentamente del sueño.

—Es hora de despertarse, conejito.

Esa voz baja y aterciopelada me envolvió, ayudándome a regresar poco a poco a la consciencia.

—Necesitas comer y tomar tu medicamento.

Parpadeé varias veces, ajustándome a la luz ten...

Inicia sesión y continúa leyendo