Capítulo 128 Asustar al niño hasta las lágrimas

Cinco minutos después, Michael terminó todas las preguntas en la tableta y se la entregó a Juan.

Juan miró la tasa de precisión del 100% y su boca se torció.

—¿Puedo irme ahora? Si me quedo demasiado tiempo, podría haber menos turistas dispuestos a ceder sus tiendas —dijo Michael, frunciendo el ce...

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