Capítulo 3 Sexy

Victoria no tenía idea de que Michael ya había revisado su currículum. En ese momento, estaba ocupada admirando su nuevo lugar.

—Pensé que una casa cara sería mucho más lujosa, pero esto solo parece un hogar normal— murmuró, tocando todo a su alrededor. Lo que realmente la desconcertaba era lo nuevo que parecía el lugar, como si nadie hubiera vivido allí todavía, con algunos muebles aún en cajas.

Justo entonces, su teléfono vibró en su bolsillo. Pensó que era Michael, pero no, era David. —¡Victoria, Michael me envió una foto de ustedes dos! Eres impresionante; ¡es un tipo con suerte por haberse casado contigo!— El cumplido de David la hizo sonrojar un poco.

Estaba a punto de agradecerle cuando sus siguientes palabras casi la hicieron atragantarse. —Ahora que están casados, ¿cuándo planean tener hijos? Deberían tener dos, un niño y una niña, mientras aún estoy lo suficientemente sano para ayudar—. La voz de David estaba llena de emoción.

—Abuelo, Michael y yo nos conocimos hoy. Las relaciones necesitan tiempo para crecer. Danos un poco más de tiempo— dijo Victoria con una sonrisa forzada, sacudiendo la cabeza.

'Abuelo, probablemente no vivirás para vernos tener hijos. Michael está con su jefe rico, y a mí no me gustan los infieles,' pensó, pero se lo guardó, preocupada de que la verdad fuera demasiado para el débil corazón de David.

David suspiró profundamente. —Lo entiendo, pero estoy ansioso. Puede que no me quede mucho tiempo y realmente quiero ver a tus hijos.

Victoria puso los ojos en blanco. No podía creer que el mismo hombre que acababa de decir que estaba lo suficientemente sano para ayudar con los niños ahora dijera esto. —No te preocupes, abuelo. Cuando sea el momento adecuado, definitivamente cumplirás tu deseo— lo tranquilizó como calmando a un niño.

Efectivamente, David se animó después de su tranquilidad. —Está bien, esperaré las buenas noticias— dijo, riendo mientras colgaba.

Victoria guardó su teléfono en el bolsillo y sacudió la cabeza. Estaba a punto de salir a comprar algunas cosas esenciales. Pero justo cuando abrió la puerta, su teléfono sonó de nuevo. Pensando que era David, suspiró y dijo, —¡Deja de presionarme; no puedo tener hijos ahora mismo!

Al otro lado, la boca de Joseph se torció. —Sra. Gonzales, soy del Grupo Jones. Llamo para informarle que tiene una entrevista mañana. ¿Asistirá?

Al darse cuenta de que no era David, se sintió muy avergonzada. —Lo siento, pensé que eras otra persona. Sí, estaré allí— dijo, sonrojándose mientras colgaba.

—Dios mío, qué vergüenza— murmuró, cubriéndose la cara y golpeando el suelo con los pies. Después de calmarse, compartió las buenas noticias con Sophia.

Mientras tanto, en la oficina del CEO del Grupo Jones, Joseph colgó y miró a Michael. —Está hecho. Ella estará allí para la entrevista mañana.

Michael asintió. —Entendido. ¿Mencionó algo más?

Joseph se detuvo un par de segundos antes de que una sonrisa astuta se extendiera por su rostro. —Dijo que quiere tener hijos contigo.

El rostro de Michael se puso rojo como un tomate, hasta el cuello. 'Un tipo de casi 30 años que solo piensa en el trabajo y aún es virgen. Pobre chico,' pensó Joseph, mirando a Michael con lástima.

De vuelta en casa, Victoria acababa de regresar con un montón de cosas necesarias para su nuevo lugar. Con su estado civil, vivienda y situación laboral resueltos, estaba de muy buen humor.

Tarareando una melodía, agarró un trapo y comenzó a limpiar cada rincón de la casa. Aunque solo eran una pareja por contrato, Victoria sentía que debía honrar el acuerdo y hacer lo que haría una esposa.

Después de terminar las tareas del hogar, miró su ropa empapada de sudor y decidió que era hora de un baño. —Esta bañera grande es tan cómoda— suspiró, sumergiéndose en la tina, sintiendo el suave flujo del agua sobre su cuerpo, cerrando los ojos de placer.

Justo cuando estaba disfrutando de su baño, de repente escuchó la puerta abrirse y pasos. —¿Olvidé cerrar la puerta con llave?— pensó, asustada. Pensando que un ladrón había entrado, planeó pedir ayuda, pero su teléfono estaba al otro lado del lavabo.

Inmediatamente se levantó de la tina para buscar su teléfono, pero con el agua en el suelo, resbaló y cayó. La puerta del baño se abrió de golpe, y un preocupado Michael entró corriendo, cruzando miradas con ella.

La mirada de Michael cayó sobre la espalda lisa de Victoria, su piel desnuda y sus nalgas firmes, y tragó saliva instintivamente. Después de un breve silencio, Victoria gritó, —¡Sal de aquí!

Michael, sobresaltado, salió rápidamente del baño, cerrando la puerta detrás de él. Apoyado contra la pared, respiraba profundamente, su mente reproduciendo la imagen del cuerpo desnudo de Victoria, su rostro gradualmente enrojeciéndose.

Unos minutos después, la puerta del baño se abrió, y Victoria, envuelta en una bata de baño, salió con la cabeza baja.

—No fue mi intención. Escuché un ruido y pensé que estabas en peligro— explicó Michael torpemente. —No te preocupes, no vi nada.

De repente, Victoria lo miró con una sonrisa y preguntó, —¿Crees que mi cuerpo se ve bien?

Michael respondió instintivamente, —Sí, muy sexy. Al darse cuenta de lo que acababa de decir, rápidamente se tapó la boca, viendo la expresión enojada de Victoria.

—¡Voy a pelear contigo, pervertido!— gritó, lanzándose hacia él.

Victoria pensó que Michael esquivaría, pero sintiéndose culpable, decidió quedarse quieto y recibir el golpe. Esto hizo que ella chocara contra él, y ambos cayeron, con sus labios encontrándose. Por un momento, sus ojos se abrieron de par en par, el aire cargado de tensión incómoda y ambigua.

De repente, la expresión de Michael cambió, y los ojos de Victoria se abrieron aún más. Rápidamente se levantó, corrió hacia el dormitorio y cerró la puerta de un golpe.

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