39. Epílogo

Cinco años después...

—¡Mami!

—Mierda... necesito continuar esto después —dijo ella sin aliento. Gemí y me dejé caer en la cama, ella rápidamente se puso la bata y me dejó excitado. Gruñí y me puse los pantalones, luego la seguí minutos después, una vez que me calmé.

Me apoyé en el marco de la pu...

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