CAPÍTULO 35

Ella echó un vistazo por la ventana de la cocina. Era Sarah.

—Mmmmm, ¿qué es ese olor celestial, Ray? ¿Te he mencionado cuánto te amo cuando haces estas delicias de chispas de chocolate? —Sarah se deslizó hacia la cocina. Y cuando Raegan llegó, ella ya estaba mordisqueando un panqueque. Raegan negó...

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