CAPÍTULO 56

—Ya no sé ni quién eres, Katherine. ¿Cómo te atreves a pedirme perdón? Me quitaste todo... a mi gente... los dejaste en tal desesperación... por tanto tiempo... —rugió. Sus ojos eran brasas ardientes. Ella retrocedió ante la furia que emanaba de él.

—¿Qué pasó allí, Katherine? Ahora sé que me ment...

Inicia sesión y continúa leyendo