CAPÍTULO 119

Lucas sale del dormitorio a la mañana siguiente con una cojera y una maldita sonrisa en su rostro.

Está usando una de las camisas de Sebastián—demasiado grande, medio abotonada y colgando de un hombro. Su cabello es un desastre, sus labios están mordidos y parece alguien que acaba de ser absolutame...

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