CAPÍTULO 122

Con una gran y amplia sonrisa en el rostro, Ciel empuja la puerta de la oficina de Xerxes y entra caminando con una bolsa de compras sobre el hombro. Encuentra al hombre detrás de su escritorio, con un par de gafas en el puente de la nariz, sumergido en el trabajo esparcido sobre la mesa y vestido c...

Inicia sesión y continúa leyendo