CAPÍTULO 124

Ciel y Xerxes llegan a la mansión entre risas y carcajadas.

El cabello blanco de Ciel está hecho un desastre, sobresaliendo en todas direcciones como si acabara de levantarse de la cama—excepto que parece más besado que cansado. Sus labios están hinchados, su camisa está medio desabrochada, y hay u...

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