CAPÍTULO 149

Pitidos—eso es lo único que Ciel puede escuchar, suaves y rítmicos pitidos que resuenan en su cabeza.

Es lo primero de lo que Ciel se da cuenta cuando sus ojos se abren lentamente. Un techo desconocido le da la bienvenida y el olor estéril de un hospital lo invade.

Parpadea para despejar el aturdi...

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