CAPÍTULO 163

El viento aúlla a través del edificio vacío, llevando consigo el espeso hedor de combustible y sangre.

El polvo danza en el aire mientras Sebastián avanza con cuidado sobre ladrillos rotos y escombros, su corazón latiendo con fuerza en sus oídos, sus zapatos crujientes contra el suelo de concreto m...

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