CAPÍTULO 044

Un momento, Ciel está entrando en su dormitorio y a la mañana siguiente su muñeca es agarrada y su espalda es golpeada contra la pared junto a la puerta con los ojos grises de Xerxes brillando peligrosamente sobre él, pero no tan duros y fríos como suelen ser; están llenos de emoción; no es solo rab...

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