CAPÍTULO 095

Ciel sale de su habitación y camina por el pasillo, frotándose la sien mientras siente que su cabeza se va a partir en dos. No importa cuánto se frote la sien para calmar la tormenta en su cabeza, solo empeora.

Deja escapar un suspiro frustrado mientras arrastra los pies por la escalera y se dirige...

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