Paciencia, niña

Después de besar el tatuaje, Jason lo miró como si estuviera admirando una obra de arte, sus ojos llenos de deseo. Mi corazón se aceleró cuando se inclinó para lamer suavemente mi coño, provocando mi clítoris con la punta de su lengua. Gemí de placer, las sensaciones me abrumaban.

Luego introdujo s...

Inicia sesión y continúa leyendo