Capítulo quince

—¡Finnegan! ¿Qué demonios crees que estás haciendo?

—Hola tía Lana—tío Reagan —los saludó uno por uno, con esa sonrisa idiota en su rostro.

Finn Woulf, además de ser uno de sus pocos amigos, también resultaba ser un primo por parte de su padre, y una fuente confiable de información y trabajo pesado...

Inicia sesión y continúa leyendo