Capítulo veintitrés

Los siguientes dos días pasaron sin incidentes. El horario se estaba volviendo rutinario: despertarse, desayunar con los candidatos en el comedor—Laura prefería su habitación. Si no había anuncios generales, los candidatos eran libres de hacer lo que quisieran desde el desayuno hasta el mediodía—Lau...

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