Capítulo veintinueve

—Mierda—murmuró ella, jadeando después de finalmente ganar suficiente distancia. No podía seguir conteniendo la respiración en su presencia. Estaba medio apoyada en Evelyn.

—Sí, que se jodan esos imbéciles maleducados. No son ni una cuarta parte de los Alfas que creen ser, literalmente los peldaños...

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