Capítulo treinta y dos

Al menos tiene algo de decencia.

Cuando regresó a su oficina, la pila de papeles restante estaba terminada.

Rowan había corrido mucho y con intensidad—más de lo que había planeado. La cena comenzaba en diez minutos, y el olor del bosque en su cuerpo seguramente llamaría la atención de su madre, as...

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