Capítulo 47

El taxi se detuvo frente a los enormes muros de piedra de la casa del clan. Sentí un nudo en el estómago al pensar en lo que me esperaba adentro. El taxista se volvió hacia mí, con los ojos llenos de curiosidad.

—¿Está todo bien? —preguntó.

Forcé una sonrisa, tratando de ocultar mis nervios.

—Tod...

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