Capítulo 49

Pusimos nuestros vasos sobre la mesa después de terminar de beber, y él tomó mi mano. Caminamos por el jardín en silencio, nuestros pasos crujían suavemente sobre el sendero de grava. Era un silencio tranquilo y cómodo, como en los viejos tiempos. Paseamos junto a los rosales, cuyos pétalos brillaba...

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