Capítulo 66

Me bajé del coche y entré en la brillante luz de la mañana. El hospital se alzaba ante mí, sus puertas como un portal a otro mundo. Al atravesar las puertas de vidrio deslizantes, el olor a desinfectante me golpeó como una ola. Caminé hacia el vestuario, donde me cambié a mi uniforme. Al ponerme la ...

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