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Noté a un hombre enorme, parecido a un toro, luchando por silenciar a Edward. Edward mordió la mano del hombre cuando intentó cubrirle la boca.

—Suéltalo —ordenó Zen, frunciendo el ceño a los dos.

—Tu brazo sabe peor que los ladrillos —escupió Edward, limpiándose la boca con el dorso de la mano. E...

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