Cuarenta y cinco

Abrí la puerta de golpe mientras esperaba a Bradley. Venían unos pasos detrás.

—¿A qué hora estarás en casa, cariño?

Miré a Bradley.

—La tendré en casa antes de las diez.

—Nueve —negoció Jennie, pero su voz no dejaba lugar a discusión.

—Nueve —prometió Bradley.

Jennie cerró la puerta detrás de...

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