Capítulo 37

Capítulo 37

El golpe en la puerta se repitió, esta vez más insistente. La curiosidad de Anna pudo más, y lentamente se levantó para abrir la puerta. Pero justo cuando se dirigía hacia allí, Ela, una de las sirvientas, apareció de la nada.

—Déjeme abrir, señora —dijo Ela, con los ojos abiertos y un...

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