Capítulo 50.2

Los dos fuimos a un bar construido en medio de la calle. A diferencia de antes, el camarero hablador y amigable frunce el ceño con los labios apretados.

—¿Por qué no preguntas nada? —dijo de repente. Al fin, su voz ha vuelto—. Sobre lo que viste y oíste antes.

Con la cabeza baja, mantiene los ojos...

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