Capítulo 269

Cuando Giulio y yo entramos en la sala de conferencias, estaba completamente vacía, luciendo bastante desolada.

Giulio señaló el asiento principal y dijo: —Señora, esa posición pertenece al señor Vittorio.

—Mm. —Asentí, mirando hacia arriba, y por un momento me pareció ver a Marco sentado allí.

—...

Inicia sesión y continúa leyendo