El amor hace estúpida a una mujer

Rita no les respondió a ambos, solo asintió con la cabeza y todos quedaron sin palabras. ¿Se habían divorciado hace mucho tiempo y nadie lo sabía?

—¡Tonterías! —bramó Alfred. Golpeó la pared con el puño y sus nudillos sangraron. Miró a Rita con una mirada furiosa—.

—¿Y estás de acuerdo con él y t...

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