CAPÍTULO 263

La tranquilidad de la tarde en Pedesina solo era interrumpida por el susurro del viento en los árboles y el crujido de las hojas bajo los pies de Vittorio Amorielle y Ângelo Messina. Los dos hombres estaban en un lugar apartado, lejos de la fortaleza, donde podían hablar en paz. Vittorio abrió la ca...

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