Capítulo 3 Ethan, ¡feliz cumpleaños!

La mano de Emily en el pomo de la puerta se había puesto pálida.

Estas personas habían visto cómo se desarrollaba su historia de amor con Ethan. Habían sido sus amigos mutuos. Incluso los extraños no serían tan crueles, ¿verdad? ¿Sería realmente mejor si nunca despertara, solo para hacer feliz a todos?

Emily finalmente tomó una decisión, respiró hondo y entró en la habitación.

Ethan la miró, frunciendo el ceño, el disgusto en sus ojos era evidente.

—Emily, ¿quién te dejó entrar? —preguntó Ethan salvajemente.

Emily lo miró sin parpadear. —Ethan, estoy aquí para informarte que llamé a la policía. Pronto comenzarán a investigar la droga en el club la última vez, y por supuesto, el crimen que cometiste al publicar mi foto desnuda en línea sin mi permiso.

Las expresiones de todos cambiaron instantáneamente.

Los ojos de Lisa mostraron un atisbo de pánico. Se apresuró hacia Emily, tratando de persuadirla. —Emily, llamar a la policía no será bueno para ti, Ethan, o la familia Grant. No actúes impulsivamente. Además, ¿no suprimió ya el equipo de relaciones públicas de la familia Grant este asunto? ¿Por qué aferrarte a ello?

Emily no la miró; retiró su mano con calma y fijó su mirada en Ethan. —Ethan, intenté recuperarte, pero no me rebajaría a drogarte para acostarme contigo. Podrías haber descubierto fácilmente la verdad, pero elegiste hacerme cargar con la responsabilidad.

Aunque Ethan sabía muy bien que su infancia traumática le había dejado una sombra psicológica y que era extremadamente reacia al sexo.

—Nunca me rendí porque tenía miedo de que un día el Ethan que me amaba profundamente volviera y me culpara por no esforzarme lo suficiente en nuestra relación —dijo Emily, sacando un acuerdo de divorcio de su bolso y colocándolo frente a Ethan—. Ahora, lo he intentado. Ya no me culpará. Ethan, ten la seguridad; no te molestaré más.

Ethan miró el acuerdo de divorcio, frunciendo ligeramente el ceño. Este no era el que había dejado en el apartamento.

Emily dijo, —Esperaré a que la policía pruebe mi inocencia y a que me pidas disculpas públicamente.

Emily miró a Ethan, sacó un bolígrafo y firmó solemnemente su nombre en el acuerdo bajo su mirada.

Después de firmar, levantó la vista. —Nos vemos en el juzgado en un mes. Nos divorciaremos.

Emily levantó su copa hacia Ethan, conteniendo las lágrimas. —¡Ethan, feliz cumpleaños!

La última vez que le deseaba un feliz cumpleaños. Se bebió la copa de vino de un trago y se dio la vuelta para irse.

—¡Emily! —Hubert la persiguió.

Ethan recogió el acuerdo de divorcio, frunciendo el ceño.

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