Capítulo 303: ¡Eres una perra!

Mabel agitó la mano ansiosamente y dijo:

—No, solo que no sostuve bien al bebé, y podría haberse arañado cuando me caí. El Dr. Morris no me vio en persona, ¿por qué me estás sospechando? —Trató de defenderse, sus ojos revelaban un atisbo de pánico y miedo.

Al escuchar que la perpetradora podría se...

Inicia sesión y continúa leyendo