Capítulo 369 Descubriendo los pequeños trucos de Paul

Paul levantó la cabeza, sus ojos brillando con determinación.

—Maestro, déme a Ernest. Le prometí a mi amigo que lo traería de vuelta —dijo, su voz firme y poderosa, resonando con resolución.

Sin embargo, Barry solo agitó la mano con desdén. Dos guardaespaldas, tan corpulentos como Harold y Albert...

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