Capítulo 442 Ninguna otra mujer

El rubor de Paul aún persistía. Quería tomar la mano de Elizabeth, pero después de mirar sus delicados dedos de alabastro, giró levemente la cabeza. No quería mancharla con ningún sentido de impropiedad.

—Él no tiene a ninguna otra mujer— murmuró Paul.

'Elizabeth, esta es la primera vez que te mie...

Inicia sesión y continúa leyendo