CAPÍTULO SESENTA Y UNO

—¿¡QUÉ QUIERES DECIR CON QUE SE HA ESCAPADO?! ¿¡ES UNA RATA?!—gritó Xavier a sus temblorosos guardias mientras yo observaba, con la mente llena de pensamientos sobre lo mal que podría terminar esto para mí.

El hombre perdió su trono y a su hijo por mi culpa. Ya me odiaba antes, pero con la situació...

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