Capítulo 2 2

Camila ha bebido más de lo normal y se siente muy mareada, decidió ir al baño a refrescar su rostro porque se siente calurosa y no para de sudar y… su apetito sexual ha despertado, a tal grado que siente necesitar urgente de un hombre.

Su hermana mayor, que desde hace un buen rato la está espiando, decidió que era el mejor momento para actuar, se acercó a ella y la vio tambalearse, por lo cual de inmediato le ofreció su ayuda.

—¡Dios mío, hermanita! ¡Estás muy borracha! ¿A dónde vas tú sola?

—Voy al baño, Ja, ja, ja. —Balbuceó la chica, con voz de borracha.

—¡Ay, hermanita, yo te acompañaré porque es muy peligroso que tú andes solita por aquí, además, te puedes perder entre tanta gente desconocida! —exclamó casi al instante la chica, fingiendo estar preocupada y ofreciéndole su ayuda.

—No, tú no me acompañarás, prefiero ir sola que contigo. —respondió Camila. Al final ya no podía ni mantenerse de pie por sí sola.

La hermana malvada observó la hora en su reloj y se preocupó cuando vio que ya pasan diez minutos de la hora que aquel hombre le indicó, por lo tanto, tomó de bracete a su hermana menor y la llevó hasta el baño y cuando ya estuvo lista la condujo hasta el segundo piso y buscó la puerta con el mismo número que el hombre mencionó.

Sí, a quien el hombre contrató para que le sirva de dama de compañía por esta noche a su amigo, es a Tamara, pero ella no cumplirá a cabalidad con el trato, ya que el hombre le mencionó que su cliente está en una condición de salud deplorable y por eso quiere que pase sus últimas horas disfrutando de la compañía de una mujer.

Pero ella no piensa tener relaciones íntimas con un moribundo, y por eso pondrá como carnada a su hermana menor. Jamás se le mencionó que ese tipo es uno de los hombres más millonarios en la ciudad, incluso a nivel nacional e internacional.

Por otro lado, los amigos del hombre lograron que este se emborrachara a más no poder y también le pusieron una sustancia en la bebida para hacer que arda en deseos por tener a una mujer y luego se lo llevaron hasta la habitación que ya tienen reservada, su amigo le comentó que le ha pagado a una dama de compañía para que pase la noche con él, y aunque el hombre rechazó la propuesta, estos lo encerraron por la fuerza y se fueron, quedando solo su hermano junto con él, a la espera de la mujer.

— Esta es la chica que te han contratado, hermano—. Dijo el chico, entregándole una fotografía de Tamara, pero como no sabe cuál es su nombre, no se lo mencionó. —Y no te preocupes por tu estatus en los negocios o en la sociedad, ella no dirá nada a nadie porque aquí tengo un acuerdo de confidencialidad listo para que ella lo firme—. Le comentó, mostrando un documento que lleva en su mano.

—Esto que me están a punto de hacer no se los voy a perdonar, y principalmente a ti, hermano. Estoy seguro de que me han drogado para lograrlo, pero créeme que les irá muy mal a todos ustedes—. Balbuceó el hombre con mucha rabia y amenazándolo con el dedo índice.

Por otro lado, antes de llegar a la habitación nombrada, Tamara dejó a Camila en uno de los pasillos y se apresuró a tocar la puerta. De inmediato, el chico se apresuró a abrir y con la poca claridad que hay en la habitación, el hermano del hombre pudo comprobar que sí se trata de la misma chica de la fotografía, por lo cual la hizo pasar y le tendió la hoja de papel para que lo firmase.

Ella de inmediato lo tomó y estampó una firma, pero no fue su firma la que colocó, fue la de su hermana Camila. Ella ha usurpado esa identidad sin imaginar que eso le traerá graves consecuencias.

Entregó el documento y el chico salió de la habitación para ordenar que le hicieran la transferencia bancaria por su servicio.

A todo eso, el hombre drogado ha entrado en el cuarto de baño, la desesperación por el fogaje que siente en su cuerpo lo ha hecho tomar un baño, y aunque se considera un tipo asquerosamente arisco para los lugares públicos, en esta ocasión no le quedó de otra que mojarse para que el efecto de la droga se le baje un poco.

Segundos después de que Kervin, el hermano del hombre, salió. Tamara abrió un poco la puerta y se asomó, cuando vio que no había nadie por el pasillo, entonces se fue a traer a Camila y la ingresó a la habitación y cerró la puerta para luego salir corriendo del lugar y dejar una inocente a merced de un desconocido.

Cuando el hombre drogado salió del baño, se encontró con que la chica que le contrataron ya se estaba desvistiendo, también el calor la está desesperando y al ver una cama decidió recostarse para dormir, ya que según ella, está en su casa y esta es su habitación. Sin embargo, el hombre no se dio cuenta de que no es la misma chica de la fotografía, ahora es otra, esta es Camila.

Debido a la sustancia que les hicieron tomar, y con las ganas que tenían de apagar su ardiente fuego sexual, ambos se desvistieron y le dieron rienda suelta a lo que sus cuerpos deseaban, sin importar la condición física del hombre que en ese momento ella ni se enteró de que él usa una silla de ruedas, pero con mucha práctica subió a la cama.

Los chicos aún siguen en el bar celebrando por la buena acción que han hecho, pero uno de ellos les alertó que hace unos instantes venía del baño y vio que una chica idéntica a la de la fotografía iba bajando a paso rápido hasta el primer piso.

—No creo que se haya atrevido a engañarnos esa perra, el depósito ya está hecho, por lo tanto, ya no hay tiempo para que se arrepienta.

—Yo no me quedaré con la duda, voy a ir a asegurarme de que no sea ella, pero uno de ustedes vaya a buscarla abajo por las dudas, para evitar que se nos escape. —ordenó Kervin, el hermano del hombre al que han drogado.

Kervin se fue a la habitación, despacio entreabrió la puerta un poco y escuchó los deliciosos gemidos que del interior provienen, entonces la cerró nuevamente, pero esta vez utilizó la llave para ponerle seguridad y que no se escapara el uno ni el otro.

También le comunicó a los que estaban abajo buscando a la chica, que no hay ningún intento de escape porque en la habitación los chicos se la están pasando a todo dar.

En la fiesta alguien reclama su recompensa por haber sido partícipe de esa perversidad. En pocas palabras, no solo es la hermana de Camila la que le ha tendido una trampa, puede ser que una de sus compañeras de trabajo se haya burlado también.

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