Capítulo 9 9

No habían pasado ni dos minutos cuando ella estaba de regreso. Nataniel había ordenado que la detuvieran y la trajeran a sus pies.

—Te lo advertí, pequeña zorra.

—Usted, es un loco, ¿cómo se atreve a retenerme por la fuerza?

Reclamó.

—La que se va a volver loca eres tú si no aceptas firmar el ac...

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