Capítulo 59

Entrando bruscamente en la habitación de Esteban, lo encontré preparándose para dormir.

—¿Cómo se atreve a alejarse de mí? —le grité.

Él suspiró y se sentó en la cama.

—Déjame adivinar, a Rhea no le gustó el espectáculo de fuegos artificiales que preparaste.

—No, sí le gustó. Pude ver la em...

Inicia sesión y continúa leyendo