Capítulo 118

—Arrodíllate —ordenó Becky.

Stanley miró instintivamente hacia Caroline, frunciendo el ceño profundamente.

—Becky, deja de hacer tonterías.

Se movió para agarrar a Becky, pero ella lo sacudió violentamente, vertiendo vino tinto helado sobre su cabeza. Su impecable camisa blanca se cubrió instantá...

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