Capítulo 41: El despertar de un demonio 2

Rayline.

Por un momento sentí sus brazos apretarse alrededor de mí, sus alas envolviéndonos como si quisiera ofrecer una capa de consuelo. —¿No lo entiendes?— espetó. —¡Lo que acabo de hacer fue una declaración de guerra! ¿Por qué crees que siempre me contengo cuando me atacan?

—Saben que los mata...

Inicia sesión y continúa leyendo