14. Mila

Mi decepción envuelve mi euforia en segundos, transformando mi mirada de deseo en una de petulancia. Lo observo partir, y como si se burlara de mí, mi coño palpita, una súplica silenciosa de ser llenado por su monstruosa longitud.

Sin darme cuenta, me encuentro acariciando mi muslo interno mientras...

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