Capítulo treinta y cuatro

El próximo amanecer se acerca como la batalla del invierno en Juego de Tronos. La comparación me haría reír si no estuviera noventa por ciento seguro de que mi suerte sabotearía la única escapatoria que hemos recibido. Silas... nuestra salvación.

Quiero creer en él. Incluso me maldigo a mí mismo po...

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