Capítulo 29: Thane

Su beso todavía está en mis labios, y su aliento todavía está en mi piel.

Y estoy absolutamente destrozado.

Se supone que soy de siglos de antigüedad e imperturbable. Pero esta mujer, esta tormenta caótica, terca y sarcástica en un vestido negro, me ha hecho deshacer siglos de autodisciplina en un...

Inicia sesión y continúa leyendo