Capítulo 34: Harley

Nos sentamos juntos en un banco de madera deformado junto al triste quiosco de snacks del campo de mini-golf, nuestras piernas rozándose ligeramente. Mi granizado está haciendo todo lo posible por congelarme el cerebro y hacerme olvidar cómo hace unos momentos derramé una parte de mi corazón como u...

Inicia sesión y continúa leyendo