Indulgencia ejecutada

En una habitación tenuemente iluminada, un hombre estaba atado a una silla de acero desde el cuello hasta la cintura. Su respiración era entrecortada y superficial, y a primera vista parecía estar solo hasta que un encendedor se abrió para encender un cigarro y se apagó.

—¡Déjame ir! —gritó el homb...

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