Capítulo 129

Las acusaciones de Raymond solían sentirse como una herida fresca, repentinamente ardiendo y causándome dolor.

Había dicho más de una vez que no lo entendía, que solo me importaba a mí misma y nunca veía las cosas desde su perspectiva.

—¿Y qué?— me encogí de hombros, soltando una risa sarcástica. ...

Inicia sesión y continúa leyendo