Capítulo 18

—¿Te has cansado?

Miré a los dos, frotándome la muñeca derecha. —Emily, ya que vamos a trabajar juntos, démonos un poco de espacio.

—Me has tendido tantas trampas que una más no hará diferencia.

Y Leroy...

Solo una mirada rápida a él, y pude ver la culpa en sus ojos.

No importaba si estaba bien...

Inicia sesión y continúa leyendo