Capítulo 74

La risa apenas contenida de Emily me hizo fruncir el ceño.

Ella no se fue, y yo no me moví.

—¿Qué más sabes? —corté su risa bruscamente—. ¿Y quién te contó todo esto?

Sabía que podría no responder, y no lo esperaba.

Era una prueba.

El embarazo falso implicaba mucho, y definitivamente ella sabía...

Inicia sesión y continúa leyendo