¡Errores y más errores!...

¡Seamos realistas, ¿cuántas veces alguien puede venir a rescatarme?!!...

Proserpina

—¡Te atrapé, Princesa!— Tan pronto como los labios chamuscados de Sigurd formaron las palabras, exponiendo sus dientes podridos, el pánico me golpeó.

—¡Déjame ir!— grité, golpeando su cara con mi puño.

—Detent...

Inicia sesión y continúa leyendo